Sueco

El sueco es una lengua germánica del norte, hablada por aproximadamente 10 millones de personas, predominantemente en Suecia y partes de Finlandia, especialmente a lo largo de su costa y en las islas Åland. Es en gran medida mutuamente inteligible con el noruego y, en cierta medida, con el danés (véase especialmente "Clasificación"). Junto con las demás lenguas germánicas del norte, el sueco es descendiente del nórdico antiguo, la lengua común de los pueblos germánicos que vivían en Escandinavia durante la era vikinga. Es la mayor de las lenguas germánicas del norte por número de hablantes. El sueco estándar es la lengua nacional que evolucionó a partir de los dialectos del centro de Suecia en el siglo XIX y estaba bien establecida a principios del siglo XX. Aunque siguen existiendo distintas variedades regionales descendientes de los antiguos dialectos rurales, la lengua hablada y escrita es uniforme y está estandarizada. El orden estándar de las palabras es, como en la mayoría de las lenguas germánicas, V2, lo que significa que el verbo finito (V) aparece en segunda posición de una cláusula principal declarativa. La morfología sueca es similar a la del inglés; es decir, las palabras tienen comparativamente pocas inflexiones. Hay dos géneros y no hay caso gramatical. Los sustantivos, los adjetivos, los pronombres y algunos numerales tienen inflexión de número: singular y plural. La definición de los sustantivos se marca principalmente mediante sufijos, complementados con artículos definidos e indefinidos separados. Al igual que en inglés, el sueco sólo tiene restos de un sistema de casos en los pronombres personales. El genitivo de los sustantivos se sustituye por un pronombre posesivo, como en español. Los adjetivos se comparan como en español, y también se inflexionan para marcar la concordancia con el sustantivo que modifican. El vocabulario sueco, con sus préstamos del alemán, el francés y el inglés, es ampliamente internacional. Además de la herencia germánica, gran parte del vocabulario ha recibido la influencia del latín, sobre todo a través de la iglesia cristiana y el Renacimiento. El sueco también ha tomado prestadas palabras de otras lenguas, más recientemente del árabe y el persa. El sueco es una lengua V2, lo que significa que el verbo siempre va en segundo lugar en una cláusula principal. Esto es diferente del inglés, donde el orden puede ser V1, V2 o V3. Por ejemplo, en la frase "El niño patea la pelota", "patea" es V1, "el niño" es V2 y "la pelota" es V3. En sueco, la misma frase sería "pojken sparkar bollen", con "sparkar" como V2 y "pojken" y "bollen" como V1 y V3. El sueco tiene dos géneros: común y neutro. El género común incluye a todos los seres vivos que no se consideran masculinos o femeninos, como los animales y las plantas. El género neutro incluye todo lo demás, como objetos, conceptos e ideas. En sueco, todos los sustantivos tienen inflexión de género, lo que significa que tienen formas diferentes según sean masculinos, femeninos o neutros. Por ejemplo, la palabra para "libro" es "bok" (neutro), "gata" (femenino) es la palabra para "calle" y "pojke" (masculino) es la palabra para "niño". El sueco tiene ocho casos: nominativo, genitivo, dativo, acusativo, vocativo, instrumental, preposicional y comitativo. Se utilizan para indicar la función gramatical de un sustantivo o pronombre en una frase. El caso nominativo se utiliza para el sujeto de la frase, el acusativo para el objeto directo, el dativo para el objeto indirecto y el genitivo para la posesión. El caso vocativo se utiliza para dirigirse directamente a alguien o a algo, el instrumental para mostrar cómo se hace algo y el preposicional para especificar un lugar. El caso comitativo se utiliza para mostrar el acompañamiento o la compañía. El sueco tiene dos pronombres principales: "han" (él) y "hon" (ella). Estos pronombres se inflexionan en cuanto a caso, número y género. Por ejemplo, "han" se convierte en "honom" en el caso dativo y "henne" en el caso acusativo. El pronombre "den" (ello) se utiliza para los sustantivos neutros y también se inflexiona por caso y número. También existe un pronombre reflexivo, "sig", que se utiliza cuando el sujeto y el objeto de una frase son el mismo. El sueco tiene dos tiempos verbales principales: presente y pasado. El presente se utiliza para acciones y estados en curso, así como para eventos futuros programados. El tiempo pasado se utiliza para acciones y estados terminados. También hay otros dos tiempos: el perfecto, que se utiliza para hablar de acciones que se han completado, y el pluscuamperfecto, que se utiliza para hablar de acciones que se completaron antes de otra acción pasada. El sueco también tiene una serie de verbos modales, como "kan" (puede), "vill" (quiere) y "borde" (debería), que se utilizan para expresar capacidad, necesidad y obligación. El sueco es una lengua relativamente sencilla de aprender, especialmente para los hablantes de otras lenguas germánicas. Sin embargo, hay algunos aspectos que pueden plantear dificultades, como el uso de los casos y la flexión de los verbos.