El manchú es una lengua tungúsica hablada en el noreste de China, que fue la lengua nativa de los manchúes y una de las lenguas oficiales de la dinastía Qing (1636-1912). En la actualidad, unos 10 millones de personas siguen hablando manchú, principalmente en las provincias chinas de Jilin y Heilongjiang. El manchú se escribe con el alfabeto cirílico, introducido por los misioneros cristianos rusos en el siglo XVII.
La gramática manchú es similar a la de otras lenguas tungúsicas, pero está muy influenciada por el chino. El manchú no tiene género gramatical, pero sí tiene clasificadores gramaticales. Los verbos manchúes se conjugan según la persona, el número y el modo, y concuerdan con sus sujetos en persona y número.
El vocabulario manchú es mayoritariamente de origen tungúsico, pero también está muy influenciado por el chino. Los préstamos manchúes del chino suelen ser calcos de palabras chinas, y a menudo tienen un significado diferente al de la palabra china original.
El alfabeto manchú fue creado en el siglo XVII por el gobernante manchú Nurhaci. Es un alfabeto de 28 letras, la mayoría de ellas basadas en el alfabeto mongol. El alfabeto manchú se escribe verticalmente de arriba a abajo y de izquierda a derecha.
El manchú es una lengua tonal, con dos tonos: alto y bajo. Las palabras manchúes pueden tener uno de los cuatro tonos diferentes: alto nivel, alto descendente, bajo nivel y bajo ascendente. Los tonos se indican con diferentes grafías de la misma palabra.
El manchú es una lengua fascinante que ha recibido una gran influencia del chino. Si está interesado en aprender más sobre el manchú, hay algunos recursos que pueden ayudarle a empezar.