Kosovo

Kosovo es una región de los Balcanes que ha sido escenario de conflictos durante siglos. El conflicto más reciente fue la Guerra de Kosovo de 1998-1999, en la que la OTAN intervino para detener una campaña serbia de limpieza étnica contra la población albanesa de Kosovo. Desde entonces, Kosovo es una provincia administrada por la ONU, y su estatuto es actualmente objeto de negociaciones entre los gobiernos serbio y kosovar. Kosovo es una región de población predominantemente albanesa con una minoría serbia. Los albaneses han sido discriminados durante mucho tiempo por el gobierno serbio, y la población albanesa se alzó en armas a finales de los 90 para luchar por la independencia. Tras la guerra, Kosovo declaró su independencia de Serbia, pero ésta no es reconocida por el gobierno serbio. La guerra de Kosovo se libró en gran medida por motivos étnicos, con la población albanesa apoyando al Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) y la población serbia apoyando a las fuerzas gubernamentales serbias. La guerra terminó con la intervención de la OTAN, que expulsó a las fuerzas serbias de Kosovo. Desde entonces, Kosovo está bajo la administración de la ONU. El estatus actual de Kosovo es objeto de negociaciones entre los gobiernos serbio y kosovar. Kosovo busca la plena independencia, mientras que Serbia ofrece la autonomía dentro de Serbia. Las negociaciones llevan años sin ningún avance. La población albanesa kosovar está mayoritariamente a favor de la independencia, mientras que la minoría serbia se opone. También hay divisiones dentro de la población albanesa, ya que algunos están a favor de seguir dialogando con Serbia y otros a favor de un enfoque más duro. La cuestión del estatus de Kosovo se complica aún más por el hecho de que Kosovo alberga varios lugares religiosos ortodoxos serbios importantes, como el Monasterio Patriarcal de Pec. El gobierno serbio no está dispuesto a ceder el control de estos lugares a un Kosovo independiente. El actual estancamiento de las negociaciones ha provocado un aumento de las tensiones en la región. En 2018, hubo un importante brote de violencia entre jóvenes albaneses y serbios en la ciudad de Mitrovica. La violencia se desencadenó por una disputa sobre un restaurante gestionado por serbios al que se acusó de servir comida en las fiestas religiosas ortodoxas serbias. La situación en Kosovo sigue siendo inestable, y es probable que la cuestión de su estatuto siga siendo una fuente de tensión en los Balcanes durante los próximos años.