Malasia es un país del sudeste asiático situado en una encrucijada marítima estratégica que ha sido un importante centro comercial desde el siglo II de nuestra era. El país tiene una superficie de 329.847 kilómetros cuadrados y consta de dos regiones distintas: Malasia Peninsular, separada de Malasia Oriental por el Mar de China Meridional, y Malasia Oriental, situada en la isla de Borneo. La capital malaya, Kuala Lumpur, se encuentra en Malasia Peninsular.
La población de Malasia es de aproximadamente 30,6 millones de habitantes, con una edad media de 26,7 años. La composición étnica del país es malaya (50,8%), china (22,6%), indígena (11,8%), india (6,7%) y otros (8,1%). El Islam es la religión oficial de Malasia y lo practica aproximadamente el 61,3% de la población.
La economía de Malasia es diversa y dinámica, con un Producto Interior Bruto (PIB) de 371.500 millones de dólares en 2017. El país es uno de los principales exportadores de aceite de palma, caucho y estaño, y la industria manufacturera contribuye significativamente a la economía, representando aproximadamente el 32,4% del PIB. El turismo también es un sector importante, con 26,8 millones de llegadas de turistas internacionales en 2017.
Malasia es una monarquía constitucional federal con un sistema de gobierno parlamentario. El jefe de Estado es el Yang di-Pertuan Agong, que es elegido por y entre los nueve gobernantes de los estados malayos para un mandato de cinco años. El jefe de gobierno es el Primer Ministro, nombrado por el Yang di-Pertuan Agong de entre los miembros de la Cámara de Representantes, la cámara baja del Parlamento.
Malasia tiene una larga historia de dominio colonial británico, que comenzó a finales del siglo XVIII. El país alcanzó la independencia en 1957, y desde entonces ha experimentado un proceso constante de modernización económica y política. Malasia es miembro de la Commonwealth de Naciones y de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
Economía
933,30 mil millones dólares estadounidenses