Peso de plata mexicano (1861–1992)
Desde principios de la década de 1990, el peso mexicano ha experimentado una importante transformación. En 1993, el gobierno mexicano se embarcó en un proyecto para estabilizar la economía del país y frenar la ola de inflación que había asolado al país durante años. Como parte de este proyecto, el gobierno introdujo una nueva moneda, el peso mexicano (MXP).
El nuevo peso se vinculó inicialmente al dólar estadounidense, y esta vinculación ayudó a estabilizar la economía mexicana. Sin embargo, a raíz de la crisis financiera mundial de 2008, el peso mexicano se vio sometido a presiones. El gobierno mexicano se vio obligado a abandonar la paridad, y desde entonces el peso flota libremente frente al dólar estadounidense.
A pesar de los retos de los últimos años, el peso mexicano sigue siendo una moneda importante en la economía mundial. México es un gran exportador de petróleo y el peso se utiliza en otros mercados de materias primas. El peso mexicano es también una moneda popular para las operaciones de carry trade, debido a los tipos de interés relativamente altos del país.
De cara al futuro, es probable que el peso mexicano siga siendo una moneda importante en la economía mundial. Sin embargo, el gobierno mexicano tendrá que seguir gestionando la economía con cuidado para garantizar la estabilidad del peso.