El franco belga (BEF) fue la moneda del Reino de Bélgica desde 1832 hasta 2002, cuando se introdujo el euro. Se dividía en 100 subunidades, conocidas como centimes, centièmes o centiem. El franco fue también la moneda del Congo Belga y de Ruanda-Urundi. Estos dos países pasaron a llamarse Congo-Kinshasa y Ruanda-Burundi, respectivamente.
El franco se introdujo en 1832, cuando Bélgica se independizó de los Países Bajos. Hasta entonces se utilizaba el florín holandés. El franco sustituyó al florín holandés a la par y se dividió inicialmente en 100 subunidades, llamadas centimes, centièmes o centiem.
El franco estaba vinculado al franco francés a un tipo de cambio de 1 franco = 4,5 francos. Esta vinculación duró hasta que el franco belga se devaluó en 1960 a un tipo de cambio de 1 franco = 9,75 francos. El franco se devaluó de nuevo en 1982 a un tipo de cambio de 1 franco = 100 francos.
El franco fue sustituido por el euro en 2002, a un tipo de cambio de 1 euro = 40,3399 francos.