El licio es una escritura antigua que se utilizaba en la región de Licia en Anatolia (la actual Turquía). Se cree que la escritura deriva del alfabeto griego y es uno de los alfabetos más antiguos que aún se utilizan. El licio se utilizaba principalmente para escribir la lengua licia, un idioma ya extinto que hablaban los licios. La escritura consta de 23 letras, todas ellas consonantes. No hay vocales representadas en el alfabeto licio.
El alfabeto licio fue descifrado por primera vez en 1832 por el académico británico Charles Fellows. Fellows pudo descifrar la escritura comparándola con otros alfabetos conocidos, como el griego. También pudo identificar algunas de las palabras escritas en licio, lo que le ayudó a comprender la gramática de la lengua.
Hoy en día, el licio es utilizado sobre todo por académicos e historiadores para estudiar la lengua y la cultura licias. Quedan muy pocos hablantes nativos de licio y la escritura no se utiliza para ningún fin práctico. Sin embargo, sigue siendo una ventana fascinante al pasado, y su uso continuado por parte de los académicos garantiza que la lengua y la cultura licias no caerán en el olvido.