Lingua Franca Nova (LFN) es una lengua construida creada por C. George Boeree y publicada en 1997. Está diseñada para ser fácil de aprender y para servir como lengua común para personas que hablan diferentes primeras lenguas. En 2019, se estima que hay unos 2.000 hablantes de LFN. La LFN se basa en las lenguas romances, con importantes influencias del portugués, el español, el italiano y el francés. Tiene una gramática relativamente sencilla y su vocabulario deriva principalmente del latín. La LFN se escribe con el alfabeto latino. También es una de las pocas lenguas construidas que tiene su propia bandera. La LFN está diseñada para que sea fácil de aprender para los hablantes de lenguas románicas. Se ha informado de que la LFN puede aprenderse en tan sólo 30 horas. La LFN tiene una serie de características que la distinguen de otras lenguas construidas. Quizá la más notable sea el uso de "pronombres objeto", que son pronombres que se refieren a objetos (como "eso" o "ellos") en lugar de a personas. Esta característica pretende que la LFN sea más adecuada para la comunicación internacional. La LFN también tiene una forma única de indicar si un verbo está en presente, pasado o futuro. Para ello, se añade un sufijo a la raíz del verbo (-ar, -er, -ir): -a para el presente, -e para el pasado y -i para el futuro. Por ejemplo, el verbo "escribir" es escrivir en la LFN, y los tiempos presentes, pasados y futuros se forman así: escrivira (presente), escrivire (pasado) y escriviri (futuro). En la actualidad, la LFN es utilizada principalmente por los hablantes de lenguas románicas, aunque también la hablan algunas personas que no tienen una primera lengua de esa familia. Se ha utilizado en varios eventos internacionales, como la Convención Mundial de Ciencia Ficción y la Convención Mundial de Fantasía.